¿Alguna vez te has tomado el tiempo

de admirar y apreciar la belleza de la

naturaleza?

¿Has mirado al cielo y te preguntas por

qué las cosas están hechas un lío?

 ¿Alguna vez te has preguntado cómo

hemos destrozado tierras y mares y

cortado los árboles en el nombre del

progreso y el desarrollo?

Es una tragedia que estemos dañando

las cosas tan rápido y tan pronto que

van mucho más allá de nuestra

capacidad de repararlas. Es triste

pensar que las generaciones futuras no

puedan tener la inmensa belleza de la

naturaleza para disfrutarla como

nosotros la tenemos.

 

 

Hay mucha belleza alrededor de

nosotros que podemos ver, tocar y oír.

La naturaleza siempre está cambiando

y eso la hace sorprendente. No

importa cuántas veces te fijes en algo

en cualquier lugar, siempre es

diferente. 

La naturaleza puede fijar el cielo

ardiente en una puesta de sol o

mágicamente transformar un paisaje

familiar en el país de las maravillas. Es

una pintura de un arco iris en el cielo,

increíbles y hermosos colores de otoño

en los árboles, o pintar un grupo de

girasoles en la hierba con el resplandor

suave de la luz del sol.  

 

 

La naturaleza puede traer mucha

belleza a nuestras vidas. La naturaleza

tiene una manera de afectar nuestro

estado de ánimo. Cuando está soleado

y brillante afuera, sentimos alegría

dentro.

Cuando está nublado y llueve nos

sentimos melancólicos.

Cuando hay una hermosa noche y

estrellas nos hace ser románticos.  

Cuando vemos hojas que brotan en un

árbol nos da esperanza. La naturaleza

es una parte integral de nuestras

vidas. 

 

Cuando despiertas y miras el

amanecer, cuando caminamos,

sentimos la brisa, cuando miramos las

montañas o la belleza del mar,cuando

vemos a la tierra renovarse en cada

estación del año, y cuando las estrellas

brillan en la noche debemos agradecer

a Dios por todas las cosas maravillosas

y hermosas que nos da.

Necesitamos volvernos más

conscientes de la naturaleza, que

puede ser realmente una buena

influencia en nuestras vidas, la forma

en que miramos las cosas que sentimos

sobre nosotros mismos y nuestra forma

de pensar.