El poder de una mentira

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¿En que momento comienza o termina una película? No siempre el principio o final de una historia tienen relación con su correlativo momento en la película. Algunas películas comienzan por el principio, por el final o por algún punto intermedio, mientras que otras ni siquiera lo muestran.


La película que aprovecha y revisa esa situación con mayor eficacia en los últimos tiempos es “Memento”, la segunda cinta dirigida por Christopher Nolan, famoso por revitalizar la figura de Batman en la gran pantalla. En ella, la historia va marcha atrás y el espectador llega al principio de la historia en los últimos minutos de metraje. De tal forma, el director logró colocar al público en la misma posición del protagonista, quien sufre una enfermedad que le impide crear nuevos recuerdos y que permanece sin saber como llegó a cada situación que se le enfrenta.


 A lo largo de su carrera, Nolan ha mantenido un gran interés en los laberintos, la capacidad de construirlos, habitarlos y el engaño como medio de atracción, espectáculo y posible redención, si se logra escapar de el. Los personajes principales que habitan su filmografía  comparten la duplicidad derivada del ardid ya sea como actividad profesional, en el caso de los magos de “The Prestige”, o como método para conseguir un nuevo sistema, venganza o justicia, como pretenden Batman o el Joker en “The Dark Knight”.


De igual forma, puede observarse en “The Prestige” una relación entre los trucos con los que se consigue un engaño y los utilizados por los cineastas para involucrar a la audiencia en la historia.


 En “Inception”, el director revisita y profundiza estas ideas, logrando una mezcla entre géneros y estilos poco común en el cine comercial actual. La cinta esta construída con distintas capas que pueden ser analizadas desde distintos puntos de vista, a la vez que logra entretener e incitar a la reflexión en cantidades iguales.


 En su sentido más literal, cuenta la historia de un equipo de personas capaz de entrar en los sueños de las personas para robarles algún tipo de información que tienen en la mente o para introducir una idea en el subconsciente.


 La infiltración de una idea y sus posibles consecuencias, es una de las nociones principales de la historia y del método para hacer películas, con lo cual puede observarse la simetría con la que el director maneja su profesión y la trama que se desarrolla en “Inception”.


 Otra idea importante reflejada en la pantalla, es la capacidad catártica que puede tener una mentira. La liberación o satisfacción a la que llegan los personajes siempre es real, independientemente de que la haya producido un engaño como también le sucede a los espectadores que lloran o se alegran con las proyecciones de una vida construida por un equipo de cineastas profesionales.


 Mientras los personajes van bajando de sueño en sueño hacia el limbo del subconsciente, los espectadores se unen como compañeros de viaje y comparten la duda acerca de los distintos niveles a los que llegan y la confusión entre sueño y realidad. Con lo que Nolan y su equipo logra el cometido al que se habían planteado desde un principio.


 Gracias a esa tarea, merece un reconocimiento especial la edición de Lee Smith que consigue mantener 5 historias con distintos tiempos, pero con un propósito concertado de una forma comprensible e interesante, para dar fuerza a la parte central de la película.


 Curiosamente, la parte protagónica de la película la disputan el sujeto a cual se le debe insertar la idea y el organizador o líder del equipo, como si Nolan quisiera decir que tanto para el director como para la audiencia, la cinta representa un viaje, una inversión que puede tener resultados inciertos.


 Al final, el público sale del cine pero la película no termina. Sigue dando vueltas, ante nuestros ojos, a la espaldas de los personajes que continúan con sus vidas, sin saber si son reales o ficticias, sueño o realidad. Todo depende de quien esté mirando.


 



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