"EL RICO INSENSATO" (12)

Posted on at


¡Alabado sea Jesucristo!

 

México, D.F., Octubre 8 del 2015

12.- “PARÁBOLA DEL RICO INSENSATO”

(Lc 12, 16 – 21) 

“Les dijo una parábola: ‘Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba para sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’ Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: ‘Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años.  Descansa, come, bebe, banquetea.’  Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste ¿para quién serán?”  Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.’”

ACTOS DE PREPARACIÓN:

            Para cuando la ignorancia o la necedad de pensamientos, impiden que yo vea con claridad el mensaje que Dios me quiere dar, es para cuando Él ha infundido gratuitamente su invaluable virtud de la Fe; para que yo la emplee como un bendito medio de perseverancia en mi seguimiento hacia el Señor.

De nada serviría todo el Evangelio, si sus palabras no infundiesen en mí cada vez que lo leo, más y mejores expectativas de salvación; por eso, la Esperanza he de utilizarla para el fortalecimiento (absolutamente necesario) de mi confianza en Dios, de mi anhelo por la trascendencia.

            Y para poder acceder esos niveles de espiritualidad en mi alma, solo la Caridad, en plenitud de vehículo transformador, hará posible que mi encuentro con el Señor sea cabalmente fructífero.

PETICIÓN:

            Padre de bondad, tú sabes que soy materia caída en el pecado; pero también sabes Señor, cuánto lucho por salir de él.  Ayúdame a rechazar siempre las ocasiones de pecado para ser digno de ti.

EL TIEMPO Y EL LUGAR:

Es tercer año del Ministerio del Señor; más específicamente, las últimas dos semanas de su vida.  El Divino Maestro continúa en Bethania, ese precioso poblado que se encuentra hacia el Oriente de Jerusalén, cruzando el torrente del Cedrón, bajando el Monte de los Olivos.  Le acompañan María, su Madre, sus Apóstoles y más de setenta discípulos, hombres y mujeres que han optado por seguirlo.  Todos están hospedados en la casa y terrenos de su buen amigo Lázaro y sus hermanas Marta y María. Por supuesto, para dar alojamiento a tal cantidad de personas, el anfitrión debe ser muy rico, pues un grupo tan numeroso consume gran cantidad de víveres y demanda muchos otros servicios. 

Pero Lázaro, además de ser muy rico, también era un hombre de gran corazón y con una caridad a prueba de todo.  Para él, poder acoger a su Amigo y  Maestro en su casa, era una gran satisfacción que merecía ser vivida a cualquier precio.  Lázaro hasta estos momentos, no es un discípulo de Jesús; son muy buenos amigos, pero él no se ha decidido a dejarlo todo por el Evangelio.  Es un buen hombre (Cristo lo sabe, por supuesto), pero algo lo detiene a la entrega.  En muy breve tiempo todo esto cambiará; solo Dios Hijo lo sabe.  Nadie más.

Y es precisamente en la casa de este influyente y rico descendiente de Benjamín (el más pequeño de los doce hijos de Jacob), en donde Jesús ‘se atreve’ a dictar su parábola acerca de la insensatez de los hombres que basan su seguridad y bienestar en las riquezas.  Lázaro era un hombre que se dedicaba precisamente al cultivo del campo; tenía muchos huertos de olivos (Getsemaní, uno de ellos), de donde cortaba las aceitunas de las cuales extraía el muy indispensable aceite que todo mundo demandaba; y que de forma tan grande enriquecía a sus productores.

Pero, como siempre, Jesús de Nazaret tiene todo controlado.  Dictará una cátedra más de la Buena Nueva que ha predicado durante tres años en Galilea, Perea, Fenicia, Samaria y Judea.  Y esta vez, el cambio de muchos se dará a favor de ‘El Camino, La Verdad y La Vida’, esto es, a favor de Cristo Jesús.

LOS PERSONAJES Y ELEMENTOS:

Los personajes solo son dos: el hombre rico insensato y Dios.  El ambiente de la parábola es más amplio: campos fértiles, cosechas abundantes, graneros repletos, y mucha, mucha autosuficiencia y soberbia.

MEDITACIÓN:

Parece increíble (pero no, no lo es; Él era Dios), que Jesucristo haya pensado qué decir exactamente, qué palabras utilizar en la descripción, qué ejemplos poner para la explicación; y hablarnos por igual a los hombres de su tiempo y del nuestro.  Cierto es, los hombres no han cambiado mucho desde siempre, pero la claridad de la predicación de Jesús es por demás actual.

Aquí, en esta parábola del ‘Rico Insensato’, esa maestría del Señor se refleja aún más.  Cuántas veces me ha pasado exactamente así: hago un buen negocio, cobro las ganancias respectivas; y una vez con el dinero ya depositado en el banco, me pregunto: ‘¿qué haré, pues no tengo en qué invertir mis utilidades?’.  Y cuántas otras veces me siento ufano de haber logrado tal o cual éxito; y me atrevo a pensar: ‘Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años.  Descansa, come, bebe, banquetea.’  El mundo de lo que más está lleno es de los males de la soberbia, así ha sido desde que el demonio hizo pecar al hombre.  Pero a partir de Jesús y el Evangelio, al menos la esperanza ha cambiado.

Actual, como dicha para mí; así es esta parábola. Pero también es actual la enseñanza que me da: “¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste ¿para quién serán?” Y es cierto, ¿quién tiene comprado el plazo de su existencia?  El mismo Jesús me lo previno cuando dijo: “Nadie puede aumentarle tan solo una tilde a su vida.”  Si todo esto está tan claro, ¿por qué insisto en la vana gloria, en separarme de Dios, en olvidarlo?  ¡Porque soy materia caída, soy pecador, nada más que eso!   

Si realmente quiero acercarme al Señor, aquí es donde debo empezar: en modificar mis actitudes, en cambiar mi relación distante con Dios; tengo que hacerlo presente en mi vida, en toda mi vida.  Con mi familia, en mi trabajo, con mis amistades; tengo que ser reflejo de Cristo, ¡eso es lo que Él quiere de mí! Pero no puedo reflejar Su Luz si no la tengo, o si soy un espejo opaco y sucio incapaz de rebotar la Luz de Dios.

Esta vez no tengo excusa; todo está muy claro.  ¡Cristo dio estas enseñanzas en la casa de un hombre acaudalado!; pero ese hombre tenía a Dios en su vida.  Poseía una gran fortuna, pero ello no le impedía ser justo, ser misericordioso, ser caritativo. ¡Por esto, y no por sus bienes, es que Lázaro era muy amigo de Jesús! ¡¡Su gran amigo, al punto de llorar públicamente por él!! ¡Tengo que meter a Dios en mi vida, sólo así podré garantizar su aceptación!

FRUTO:

VOY A ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO SEGUIDOR DEL SEÑOR.

1

2

ORACIÓN A MARÍA:

            Virgen Santísima, ayúdame a encontrar la forma de poder decir, igual que Tú: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”; y permíteme Madre, asirme a ella para ser grato a los ojos de tu Hijo.

Por Jesucristo nuestro Señor.  Amén.

PADRENUESTRO – AVEMARÍA 

En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo.  Amén.

 

Afectísimo en Cristo de todos ustedes,

 

Antonio Garelli 

 

También me puedes seguir en:

www.demilagrosydiosidencias.blogspot.mx

Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.



About the author

160